martes, 27 de septiembre de 2011

Otra del Turno de Oficio

No albergo ni la más mínima esperanza de que si alguno de mis hijos lee esta entrada enienda por fin lo que es un abogado. Al revés, puede ser contraproducente.

El caso es que el reparto (empiezo a dudar que el azar sea tan caprichoso) de asuntos del Turno de Oficio ha vuelto a ser inmisericorde conmigo. Hace ya unos meses fui designado para defender los intereses de una chica de 32 años que, asesorada por el Servicio de Orientación Jurídica, quería solicitar una pensión alimenticia a su padre. De manera muy resumida, la historia es la siguiente:

Los padres de mi clienta se divorciaron en el año 1982 (unos pioneros por lo visto), cuando ella tenía 4 años y pasó a vivir en compañía de su madre. Al cabo de un tiempo, su madre le pidió que se fuera a vivir con su padre y poder así interferir en su matrimonio. Pocos años después, su madre -depresiva desde hacía tiempo- se suicidó.

Su padre y su nueva esposa tuvieron una hija (hermanastra de mi clienta) y eso agravó aún más la mala relación que tenía con la esposa de su padre. Al final, cuando tenía 19 años, su padre la echó de casa.

Desde entonces ha estado viviendo de alquiler y trabajando esporádicamente. Ha tenido alguna relación sentimental más o menos larga con algunos chicos y desde hace un tiempo vive sola en habitaciones alquiladas.

Tiene diagnosticada una discapacidad psíquica del 65%, lo cual, sumado a la actual situación económica, dificulta aún más la obtención de un trabajo. Percibe una pensión no contributiva de trescientos y pico euros más un complemento de 101 € de la Generalitat.

Presentamos una demanda solicitando que se obligue al padre a abonar una pensión de alimentos a su hija. El jueves pasado se celebró la vista y la actitud de la parte contraria no es rebajar al máximo esta pensión, sino que no le sea reconocida. La vista quedó suspendida hasta que se reciban una serie de documentos que, solicitados por la parte contraria, fueron requeridos judicialmente. Entonces, cuando se reanude, quedará pendiente del informe de conclusiones de las partes y pendiente de sentencia.

El problema que tengo es que mi clienta me llama a menudo, se presenta en el despacho sin avisar para tratar cualquier tema. No hay que ser muy astuto para comprobar que necesita hablar. Yo lo hago, pero el problema (por eso está enferma) es que no hace mucho caso de los consejos (pobre de mí) que pueda darle. No hace caso a la asistenta social, ni a la psiquiatra que la trata, ni a mí, claro.

Hace un rato me ha llamado llorando y amenazando con tirarse de un puente (no es la primera vez que lo dice y como ya ha tenido algún intento de suicidio, más vale tomárselo en serio). Cuando la he convencido de que no lo haga, me ha dado las gracias (lo hace compulsivamente) y me ha dicho que me traerá croissants al despacho. Dudo que mi negativa la disuada.

Me preocupa el resultado de la sentencia porque entre sus desproporcionados halagos me intenta convencer para que le diga que esto ya está ganado. Ya me guardo muy mucho de hacerlo. Tengo puestas ciertas esperanzas en este procedimiento, pero nada más.


¡Qué difíciles son estos temas!


Y mañana de guardia ...


PS Con que dos de vosotros os animéis a hacer un comentario, alcanzaré los 1.000 comentarios y -por qué no decirlo- me hace ilusión.

9 comentarios:

  1. Muy bien, pater... aquí tienes uno de tu más fiel seguidora!!!
    A.

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  2. ¿premio o colleja?

    Un abrazo Pater, recuerdos a Agripina...

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  3. Jo Pater, pues aquí va el 1001 (capicúa, chincha), pero no me hace ninguna ilusión. Y es que no sé qué decirte, la verdad. Entiendo perfectamente que no puedas "pasar" de ella, pero tampoco te puedes obsesionar. Solo se me ocurre que... Dios aprieta pero no ahoga.
    ¡Enhorabuena, ya eres ¿milcomentado?!

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  4. Tremendo, pobre chica.
    Ánimo Paterfamilia, has todo lo que puedas porque esa muchacha pueda vivir con un mínimo de dignidad, ayudala más allá de lo que te corresponda por ley, y ten siempre presente que pasamos por el mundo para hacer el bien. Y de camino, si puedes, le dices a su padre de mi parte que se traen hijos al mundo para responsabilizarse de ellos.Para lo bueno y para lo malo.


    Un abrazo

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  5. Es un caso difícil. Espero que puedas solucionarlo cuanto antes. Un beso.

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  6. Creo que los abogados a veces haceis también de psicólogos, psiquiatras, paño de lágrimas y confesores ... Ánimo¡¡¡

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