Hace poco os contaba que había empezado a trabajar en el Servicio de Orientación Jurídica (SOJ) en la sede que mi Colegio de Abogados tiene en una población próxima a la mía. Sabía que eso me daría para alguna entrada, pero, la verdad, no creí que las historias que allí se viven fueran como ésta. Lo mejor será escribir la entrada con la "conversación" mantenida entre la solicitante del servicio y yo. Ella será "S" (señora) y yo "Yo" (cada día más listo, Pater). Intentaré, de verdad, ser fiel a lo realmente ocurrido. Ahí va:
Salgo yo a la puerta (ya os dije que es lo más parecido a un Centro de Asistencia Primaria) y con un tono de voz elevado, pero sin gritar, leo un nombre que figuraba en la lista. Se levanta una señora y se acerca hacia mí. Entra en el despacho y le digo que, por favor, tome asiento.
Y: Déjeme, por favor su DNI.
Me lo entrega y mientras empiezo a introducir datos, le digo
Y: Usted dirá
S: Mire, hace años, fui al Policlínico de (población) porque yo tenía unos bebés y quería que me visitara el médico ...
Y: Perdone, eso ¿cuándo fue?
S: En 1993. Entonces, el médico me dijo que estaba loca. Así, como suena, me dijo que me tirara por un puente. (Frunzo el ceño mientras ella sigue con su relato). Entonces, al salir de ahí me fui al Juzgado a denunciarlo. Pasados unos 3 ó 4 días, se presentó la policía en mi casa y me llevó ante el Juez (...) Allí expliqué lo que había pasado y entonces me metieron en un coche y ... y les pregunté que a dónde me llevaban. A Martorell, me dijeron. Pero, pero si yo no he cometido nada ...
Y: ¿A Martorell?
S: Sí, al Psiquiátrico.
Creo que consigo disimular mi cara de sorpresa y le animo a que siga con el relato.
S: Allí pasé unos 4 meses ... y se ve que mis hermanas ya sabían algo y que alguien iba informando de todo, porque si no, no se explica. (Aquí empecé a no entender nada, pero preferí no preguntar y seguir rellenando la ficha). Fueron pasando los años y ...
Y: Perdone, me decía que estaba embarazada y ¿cómo fue ...?
S: Todavía estoy embarazada. (Yo, ojiplático)
A pesar de la edad que aparentaba y que pude confirmar mirando de reojo su DNI entre mis manos (70 años), en un intento desesperado (por lo absurdo de la pregunta) de que la señora rectificara lo que acababa de decir, añadí
Y: ¿Vuelve a estar embarazada?
S: ¡No!, sigo embarazada. Tengo unos bebés, seres vivos aquí dentro ... porque ...
¡Dios mío!, ¿por qué me pasan estas cosas a mí?, pensaba mientras intentaba buscar una salida airosa a la situación
Y: ¿Está Vd. casada? Otro intento, angustioso éste, de poder localizar a su marido para que viniera a buscarla.
S: No, siempre he sido soltera, lo que pasa es que conviví con un chileno ... ¿le explico las relaciones que teníamos?, eran pocas, eso sí ...
Y: ¡No!, no creo que sea necesario.
S: Bueno, sigo. Este chileno tenía 10 años menos que yo y era muy bueno, pero un día se lo encontraron muerto en el sillón. Y eso que no bebía, iba a los bares, pero no bebía ... como yo, que tampoco bebo ..., bueno bebo de vez en cuando y en las fiestas a veces me he pasado, ¡pero no soy alcohólica!, eso no ...
Y: Ya ... y, Vd, exactamente, ¿qué quiere?
S: Pues yo quiero que un juez obligue a un médico, a un ginecólogo de la Seguridad Social, a que me visite ...
Y: Veo que trae unos sobres, ¿son del médico?
S: Sí
Y: ¿Me los deja ver?
(...)
Y: Oiga, son informes ginecológicos, con ecografías y todo y ... y son recientes y ... y ... aquí no dice que esté Vd. embarazada, entonces ...
S: ¡Están mal! Yo quiero que un juez obligue a los médicos a hacerme bien las pruebas.
Y: Señora, eso va a ser complicado. Un juez no va a hacer eso. Si los médicos se hubieran negado a atenderla, entnces, quizá, habría más posibilidades de acudir a un juez, pero hacerlo porque Vd. dice que le hacen mal las pruebas ... No tenemos competencias para eso, no le darán un abogado de oficio para que inste ningún procedimiento en ese sentido. Ahora bien, Vd. puede ir al médico de su confianza y explicarle todo y que le haga las pruebas necesarias ...
S: Sí, claro, pagando
Y: Ya ... también puede acudir Vd. a los servicios sociales y ...
S: Me deja Vd. perpleja con la respuesta que me da. ¿Quiere decir que yo no tengo derechos?
Y: Sí, claro que los tiene, como cualquiera ... y de hecho ya los está ejerciendo y, además, puede ir a los servicios sociales de su Ayuntamiento ¿de acuerdo?
S: Mire, yo no pertenezco a ningún partido político, ni a ninguna asociación, respeto todas las religiones aunque mayormente (me encanta cuando intercalan esta palabra en su discurso) soy católica. Ahora vivo con una señora que es Testigo de Jehová ... y yo creo que Dios me está llamando y a lo mejor me muero ... y lo acepto, aunque conmigo mueran estos seres vivos que llevo dentro -mientras se pasa la mano por la barriga- ... y los malos ratos que paso yo por las noches, con esa angustia ...
Tras varios intentos de finalizar la conversación incluyendo dos amagos de levantarme de la silla, al final la señora se levantó y me dijo "Bueno, gracias" y se fue.
He intentado resumir un poco la conversación para no alargar más la entrada y para evitar reiteraciones de su discurso.
Pensando un poco sobre el tema, me da pena, muca pena, como a cualquiera, supongo. Pero me he quedado más tranquilo pensando que no está muy sola (sus hermanas, según me ha dicho, viven en la casa de enfrente a la suya) y que, cuando no se medica, hace estas escapadas y así se desahoga ... pues bueno, todo sea eso.