miércoles, 31 de diciembre de 2014

Feliz año 2015

Un poco más y me pilla el toro. Esta vez tengo excusa, la maratón de comilonas navideñas ha sido una auténtica odisea, un no parar, un frenesí que ha hecho de nuestra casa un punto de encuentro con familia y amigos. Y creo que lo he superado, a pesar de que ayer, sin ir más lejos, la prueba consistía en una comida mexicana. Vinieron a casa unos amigos, español él, mexicana ella, que se encargaron de prepararnos una comida típica del país norteamericano. Soy incapaz de recordar los nombres de los platos que elaboraron (mole, chilaquiles, nachos ...), pero lo que está claro que todos ellos tenían sus condimentos, y cómo no, entre ellos el picante, en mayor o menor grado. A estas alturas puedo confirmar que la maldición de Moctezuma no se ha cebado con ninguno de nosotros.

Sin embargo, todo eso debe ser una minucia para nosotros, porque si nos parecía poco tener comilonas en Nochebuena, Navidad, Sant Esteve, el día 27 y ayer, hoy celebraremos la entrada del nuevo año en casa de D. y J. Todavía no sé cuántos seremos, pero lo que sí sé es que habrá niños para dar y tomar (tiene tanto mérito lo de estos amigos que no sé cómo homenajearlos). Imagino que para aguantar este ritmo, hoy, después de comer, habrá una siesta del terror, de esas de pijama y orinal (sin llegar al extremo de rezar 3 avemarías antes de la siesta, pero casi) y llegar así con fuerzas suficientes a la cita.

Los aquelarres gastronómicos (expresión acuñada por  mi amigo e insigne comentarista de este blog ingenierocomehuevosdehormiga(hembra) empiezan a hacer mella en mi cuerpo serrano, que habrá aumentado de talla aunque siempre me quedará ese pantalón de pijama con la goma dada de sí que al caérseme hace que viva con la ilusión de que sigo adelgazando.

Pero eso no es óbice para desearos a todos una muy feliz entrada de año nuevo. Será éste un año lleno de retos. Por ejemplo, a nivel social nos enfrentaremos a un panorama político que da miedo y que, si no fuera por la confianza que tengo en Dios, haría que me planteara muy seriamente irme a otro país (quien sabe si aprovechando ese viaje que tenemos pendiente a Londres, aprovechemos para pedir asilo político). Habrá quien piense que si ésa es toda mi esperanza, aviados vamos y ... tiene razón.

Despedimos un año en el que, a pesar de los pesares, hemos conseguido superar y llegar al final del mismo, con sus luces y sus sombras (como todos). Lo dicho, desde aquí os deseo a todos/as que el próximo año os traiga lo mejor a vosotros y a los vuestros en todos los aspectos ... a nivel personal, familiar, laboral, de amistades (también las virtuales) y de salud (uf, qué viejuno me ha quedado esto último). Lo dicho, ¡feliz año 2015!

martes, 23 de diciembre de 2014

Navidad

Ayer se celebró el sorteo de Navidad que cada año por estas fechas organiza Lotería Nacional y, como cada año, se repitieron las mismas escenas (supongo porque ayer no vi nada de tele) de gente, agraciada o no, brindando con sidra y cava (fuera de aquí con Freixenet) en la administración de lotería que vendió décimos premiados (aprovecho para hacer una petición: si alguno/a conoce a alguien que haya recibido un premio y -importante- haya ido con su décimo premiado a una administración de lotería que me lo haga saber, por favor).

Nosotros, también como cada año, no hemos recibido nada. Es cierto que compramos muy poca lotería (yo nada), pero estoy convencido de que si no hubiéramos comprado nada de nada en los últimos, no sé, 15 años y recibiéramos de golpe todo lo invertido, sería algo parecido a un premio. La diferencia de este año es que tengo un hermano que tenía un décimo de uno de los quintos premios compartido con Hacienda. No creo que invite a una cerveza porque tampoco ha hecho mucha publicidad. Vamos, me enteré porque uno de los dos hermanos que lo sabía metió la pata e hizo un comentario en el grupo de Whatsapp.

La Navidad ya está aquí y por manido que suene el comentario, ha llegado sin casi darnos cuenta. Hace unos días llegó la compra que hicimos en Mercadona y el poco turrón que compramos ya ha quedado reducido a la mínima expresión por las constantes incursiones de nuestros hijos a la cocina. También durará poco el resto de la compra por lo de celebraciones que se avecinan: Nochebuena (con mis padres y alguno de mis hermanos), Navidad (vienen mis padres a casa), Sant Esteve (con toda la familia de A. en un local que alquilamos entre todos), el día 27 viene a comer a casa mi hermano N. y su familia, el 28 vienen unos amigos a comer a casa, Fin de Año, Reyes (vienen los padres de A.) ...

El belén y el árbol de Navidad ya están en casa desde el día 6 de diciembre (este año no nos ha pillado el toro). El belén tiene alguna novedad, como un muro para delimitar el huerto hecho de ladrillos de barro (uno a uno por Ma. y A. y que con un poco de suerte podéis ver una parte en el margen inferior derecho de la foto que ilustra la entrada) y la adquisición de una escoba, unas vasijas, un saco y una guadaña que le dan más realismo. También compramos una bomba de agua para hacer una fuente, pero se nos agrietó el barro que recubría el recipiente de plástico que contendría el agua. Ahora tengo en mente hacer una cascada, pero nos falta sitio. Ya estamos pensando en mudarnos el año que viene para poder montar un belén como Dios manda.

Los niños acaban hoy el colegio, así que a partir de mañana la Navidad será ya de verdad y si consigo sobrevivir a esta maratón de comidas y celebraciones, prometo contaros la experiencia. Mientras tanto, desearos a todos una muy Feliz Navidad en compañía de vuestras familias y amigos.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Más sobre la blogosfera

Desde hace un tiempo, los paseos por la blogosfera son más rápidos. Y lo son porque los bloggers (yo el primero) actualizan poco sus blogs. Ya no hay esa alegría en la publicación de entradas. Este comentario es compartido por muchos de los bloggers que conozco y una de las que mejor lo explica es -¡cómo no!- Carmen J. en este enlace. Ella -como los demás- tiene su propia teoría y, en mi modesta opinión, acierta en todas las causas que nos han llevado a esta orfandad bloguera aunque, por poner algún pero, se deja algunas. Una de esas la he experimentado en mis propias carnes: el notar un bajón en los comentarios (no, de verdad que no es una indirecta) en tus entradas que, unido a esa sensación de que ya no tienes nada más que contar o incluso de que te estás repitiendo más que el ajo, hace que tu productividad sea mínima. Por supuesto que existen otras causas como el cansancio, pero eso ya lo explica ella en la entrada enlazada.

Decía que los bloggers publican menos. Cierto. Pero cierto es también que los lectores leemos menos. Nuestras visitas a otros blogs son más esporádicas y no tienen esa asiduidad de antaño (insisto, este es mi caso y me atrevo a aventurar que el de muchos). En la mayoría de los casos, esos blogs que han bajado su intensidad son blogs que me interesan y que sigo con devoción. Pero, insisto, no puedo echarles nada en cara porque si hago un pequeño análisis del mío me encuentro que cuando empecé (29 de septiembre de 2010) publiqué 72 entradas desde esa fecha hasta final de año, en 2011 publiqué 211 entradas (no me parecía una barbaridad, pero ahora compruebo que el ritmo era fuerte). Bajé un poco el ritmo en 2012 y publiqué 205 entradas (seguía el buen ritmo) y ya el año pasado bajé hasta las 100 entradas, que ni a propósito habría sido capaz de fijarlas en ese número. Este año, el bajón ha seguido hasta límites insospechados y con la de hoy llevo la friolera de 53 entradas.

No quisiera hacer un listado de blogs porque siempre se corre el riesgo de dejar de citar alguno y eso es muy feo, pero lo que está claro es que dentro de la inmensidad de la red, al final somos unos pocos los que coincidimos en los mismos sitios. Quiero hacer una mención especial a unos blogs que cerraron y que me apenó mucho su marcha. Ahí tenemos a Leles, que dentro de poco hará 2 años que anunció su marcha, a MadreYMas que se fue en la cresta de la ola, con miles de visitas y con unas entradas buenísimas (sus listas eran inigualables) y a Marta, de He perdido mis gafas y que ya no me deja ni enlazar. Vaya por delante que respeto absolutamente su decisión, lo que no quita que -egoísta que es uno-, me dé pena.

Existen otros/as que aunque no se hayan ido, han bajado mucho el ritmo (sus motivos tendrán y, lo vuelvo a repetir, los respeto) como son Dolega y La boticaria desquiciada. Tenemos a Sunsi que no se prodiga lo que yo quisiera, pero mantiene su ritmo.

Y hay un tercer grupo que, pase lo que pase, van a lo suyo, manteniendo su ritmo y frescura, lo cual es de agradecer. Ahí tenemos a tomae y sus idas de olla, la mesa cero del blasco (eso de leer tanto tiene sus ventajas), Modestino, con un ritmo impresionante, al igual que Susana, que no hay quien le gane en frecuencia, Covadonga (esperando la llegada de Primogénito, si no lo ha hecho ya), Drew quien, a pesar de aumentar sus responsabilidades con Pequeño Faraón siempre encuentra tiempo para publicar, el tasquero, que detrás de la barra publica entradas en su bodeguita, a Matt, que ya puede estar recién parida que ella sigue publicando y a Ana que nos suele hacer pensar desde su castillo.

También ha sido tiempo este último año para nuevos descubrimientos con la bitácora de Macondo y Jatz me

No quisiera dejar de citar (dije que no haría una lista y ya estoy metiendo la pata) a comentaristas-lectores-sin-blog como Sara M. ("sí, sí, este año, sin falta abriré mi blog" y con esta frase lleva años engañándonos), aaana (ya hablaré con A. y seguro que estará encantada en colaborar), Pilar, Filius Prodigus ... Lo siento, hasta que no tengáis un blog no os puedo enlazar.

Para acabar esta entrada reivindicativa, y a raíz de un comentario de Marta en el blog de tomae, donde decía que el sacacorchos de toda la vida a ella le recuerda a un búho, decirle que a mí siempre me ha recordado a un militar con sus galones en el hombro cuando está cerrado y a una gimnasta búlgara cuando está abierto (por esos pelillos que asoman de las axilas).

El militar
La gimnasta (búlgara)

PS Sé que a estas alturas ya no puede arreglarse el estropicio, pero dejar de citar a ingenierocomehuevosdehormiga(hembra) como uno de esos ilustres comentaristas no tiene perdón y menos aún por ser uno de los culpables de que mi blog tenga cierto aire cosmopolita por sus conexiones desde diferentes puntos del globo. 

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Otra virtud más

No soy un tipo especialmente satisfecho conmigo mismo. Tampoco creo ser uno que se machaca constantemente. Un término medio, para entendernos ... tirando a autoestima baja, pero sin llegar a la patología.

¿Y esta introducción a qué se debe? Pues nada, a que desde hace unos días debo añadir una virtud más a mi extensa colección. A algunos les parecerá una tontería, otros dirán que estaban convencidos de que ya formaba parte de mi repertorio y por último habrá quien les sorprenda e incluso duden de la veracidad de esta entrada. Sin más preámbulos os anuncio que también sé reparar electrodomésticos. Sí, lo sé, a pesar del notición, lo comunico así, como si nada (ya sabéis que la modestia es otra de mis virtudes).

Hace unas semanas, poco después de habernos decidido a tirar la casa por la ventana e irnos a Londres unos días toda la familia, detectamos que el congelador nos avisa con una alarma de que algo falla. Comprobamos que la puerta estuviera bien cerrada y no le damos mayor importancia porque ya había pasado otras veces. Sin embargo, la incidencia vuelve a repetirse varias veces y comprobamos que hay agua, consecuencia lógica de que se está descongelando. Al mismo tiempo detecto que la puerta no cierra bien, la junta de goma no se queda pegada. Al final no queda más remedio que intentar cambiar de lado la sujeción -y apertura- de la puerta. Es decir, no solo se trataba de cambiar de sitio la maneta (que no es nada del otro mundo), sino que los soportes y goznes de la puerta debían cambiarse a la izquierda. Así contado parece una tontería, pero os aseguro que tenía su qué.



Después descubría que Ma. había tenido un problema con uno de los cajones del congelador que se había quedado atascado. Según ella, tuvo que mover "un poco" el congelador y darle unos "golpecitos". Si hubierais visto el estado de uno de los goznes, veríais que no había sido ni "un poco", ni unos "golpecitos". No sé si aguantará mucho, pero de momento ahí sigue, sin saltar la alarma y congelando como un campeón.

El segundo hito (de mayor calado que el anterior) se produjo ayer mismo y tuvo como protagonista al lavavajillas. Al levantarme para preparar el desayuno abro el lavavajillas para vaciarlo cuando observo que la vajilla no está limpia, pero que el cajetín del detergente está cerrado y con una pastilla dentro (deduzco que no ha sido un olvido). Observo también que existe agua estancada dentro del electrodoméstico y concluyo que alguien -sin querer- apagó el lavavajillas a mitad de lavado. Cuando viene A. a la cocina le comento esto y me dice que no puede ser, que ella puso el lavavajillas y que cuando lo hizo estaban todos acostados (yo no había llegado a casa porque tenía un compromiso) e insinúa que tal vez se haya estropeado. Hago las comprobaciones pertinentes (lo vuelvo a poner en funcionamiento) y, efectivamente, no funciona. Se enciende un piloto rojo junto a un dibujo de un grifo. Diagnóstico: No llega bien el agua y/o no desagüa la que hay en el interior. Se me ocurre consultar en internet y me encuentro con diversos sitios web que coinciden en señalar que el problema puede estar en la electroválvula o en el presostato. "¡Claro!, cómo no se me había ocurrido antes", exclamé para mis adentros.

Busqué las instrucciones (A. lo guarda todo) en la carpeta de "Instrucciones y garantías de grandes electrodomésticos" (muy bien por aquellos que hayáis deducido que existe otra carpeta con "Instrucciones y garantías de pequeños electrodomésticos") y ... oh, sorpresa, solo está la garantía. Se lo comento a A. y, tras buscarlo en internet, por la tarde me trae el manual de instrucciones impreso. Retiro el lavavajillas, aprovechamos para limpiar un poco ahí (la verdad, me lo esperaba peor, creía que encontraríamos un hamster que desapareció y del que nunca más se supo), y lo desconecté de la corriente eléctrica. Vacié de agua el interior con la ayuda de un pequeño recipiente  y, siguiendo las instrucciones del manual, comprobé la válvula antirretroceso y la toma de agua del aparato. Limpié la primera de ellas, lo volvimos a probar y ... ¡tachán! ¡funciona!

Aunque todos lo sepáis, esto es una válvula antirretroceso
No os podéis imaginar que el subidón que he tenido. Solo de pensar el dinero que nos hemos ahorrado y no tener que volver a pasar por fregar a mano toooooodo lo que cabe en un lavavajillas, se me ha instalado una perenne sonrisa en mi cara. Es más, tentado estoy de arreglarme la furgoneta ahora que hay que cambiarle el embrague. Con deciros que el mecánico, para suavizar la situación y antes de darme el susto con el presupuesto, me dijo "Bueno, pues parece que las extras se van con esto", mientras yo me quedé pensando "¿Extra?, ¿ha dicho extra? ¿Qué será eso?"

viernes, 12 de diciembre de 2014

Mi. cumplió 15 años

Los más avezados (Sara M está en un estadio superior) habréis podido observar que el casillero de la edad de Mi. se ha modificado y en lugar de un '14' figura un '15', que son los años que cumplió el pasado 7 de diciembre (igual que dos de los hijos de Matt, el último nacido hace unos días). Y desde días antes de su cumpleaños ya me preguntaba si pensaba dedicarle una entrada, cuestión en la que ha estado insistiendo con el transcurrir de los días. Vamos, me ha insistido tanto, que aquí me tenéis escribiendo una entrada sobre Mi.

La tarea es difícil, muy difícil. Lo es porque en su día ya publiqué una entrada sobre él cuando cumplió 13 años y, sí, han pasado 2 años y mucho, lo que se dice mucho, no ha cambiado: le sigue gustando el cine, sigue llevando gafas y hablando con un vocabulario propio de alguien mayor, eso sí, combinado con una frase que me dedica a menudo (con toda la ironía del mundo) y que no es otra que "Papá, eres el amo".

Otras cosas sí han cambiado. Ha crecido -y mucho- y creo que ya me supera. También se afeita el bigote y las patillas y ya casi no habla intercalando gallos en su discurso. Otra de las cosas que han cambiado  es que, en ocasiones -las más-, me gana a la Play (lo que hay que hacer para que un hijo esté contento), aunque ahora le ha dado por jugar a un juego de la NBA que se compró con sus ahorros ... teniendo el FIFA 15 andevasaparar.

Parece que le va la vena artística (con los padres que tiene quién nos lo iba a decir). Ya os conté aquí su participación el año pasado en el musical del colegio interpretando uno de los papeles protagonistas. Este año, si bien, no puede interpretar ningún papel por estar reservado para los de un curso inferior está colaborando mucho, junto con P., en musical doblando a alguno de los personajes, interviniendo en papeles secundarios y participando en alguna de las canciones. A su afición por el cine hay que sumarle la devoción que siente por la música, llegando incluso a tocar la guitarra. Más de uno dirá que eso no es algo fuera de lo normal, pero, insisto, teniendo los padres que tiene, puede calificarse de milagroso.

Para acabar y cambiando de tema, os contaré una tontería que me ha pasado esta mañana. He acompañado a S. a la Comisaría de policía para tramitar su DNI, que era el único de nuestros hijos que todavía no lo tenía y que lo necesitamos para sacar su tarjeta sanitaria europea para cuando vayamos a Londres. El tío ha estampado una firma que más de uno quisiera para sí. Lo que no sé es si será capaz de hacerla, al menos parecida, la próxima vez que "necesite" firmar. Al acabar, cuando lo llevaba al colegio, he empezado a meterme con él ...

(...)

S: ¿Y eso va con 'm'?

Yo: Sí, con 'm' de "El Baça es una porquería"

Y va el tío y me contesta "Con 'm' de estás muerto"

Ya sé que no tiene gracia, pero a mí me ha dado un  ataque de risa

jueves, 4 de diciembre de 2014

El viaje a Sevilla con JP

Siguiendo la tradición (no empezó como tal, pero bueno) iniciada con nuestros hijos mayores, el domingo me fui con JP a ver un partido del Sevilla FC en el Ramón Sánchez Pizjuán. Los billetes de avión los tenía reservados desde hace un tiempo y encontré una buena oferta de una noche de hotel muy cerca del estadio. La diferencia respecto de los casos anteriores, es que en esta ocasión iba a ser una sorpresa para JP. La idea era decirle que teníamos un plan con la clase de Mi. Cuando llegáramos al aeropuerto, pensábamos decirle que era una sorpresa, que íbamos a recoger a sus tíos y primos que viven en Ecuador. Mi miedo era la previsión del tiempo que decía que llovería en Sevilla y, aunque en My Fair Lady Audrey Hepburn dijera aquello de que "La lluvia en Sevilla es una pura maravilla", no sé, a mí no me hacía mucha gracia.

Pues bien, la sorpresa nos la dio él a nosotros. La noche del viernes al sábado se quejó de dolor de oído y el sábado por la mañana amaneció con fiebre. Le acompañé a Urgencias y allí se quejó también de que le dolía mucho una pierna. El médico se asustó (y me metió el miedo en el cuerpo) y quiso hacerle un análisis de sangre y una radiografía de la extremidad. Una vez descartada cualquier infección en la articulación y/o hueso, nos mandó a casa. En un aparte le comenté que teníamos previsto irnos a Sevilla y le pregunté si eso podía ser un inconveniente. Me dijo que no, que allí también había sistema sanitario (¿en serio?) y que como todavía no tenía nada (la fiebre solo es un síntoma), podíamos irnos tranquilamente. A mediodía A. y yo decidimos explicarle todo a JP y se puso muy contento.

Por la tarde estaba algo mejor por el efecto de los antitérmicos que le dimos y A. pudo ver cómo se habían inflamado sus amígdalas, por lo que volvió a llevarlo a Urgencias para decírselo al médico y que nos diera ya el antibiótico y empezar así el tratamiento lo antes posible. El médico, tras hacerle un frotis en las amígdalas con un bastoncito de algodón, descartó que tuviera algo. A. volvió muy enfadada. Y más se enfadó -y con razón- cuando JP pasó una muy mala noche del sábado al domingo. 

El domingo por la mañana estaba hecho un asco, tanto que le planteé quedarse e irme con S. (ya lo haríamos pasar por JP en el embarque). No aceptó y quiso venir. Lo que empezó mal, siguió peor. En el aeropuerto nos encontramos con los jugadores y cuerpo técnico del otro equipo de la ciudad de Sevilla que venían de ganar al Llagostera (enhorabuena) y cogían el mismo avión que nosotros. Mal presagio.

En la fila para embarcar JP se sentó en el suelo porque -dijo- estaba muy cansado. Y el viaje se lo pasó durmiendo en mi regazo, despertándose varias veces con -dijo también- ganas de vomitar. Ya me veía yo un auténtico numerito en el vuelo, pero no, aguantó como pudo. Al llegar a Sevilla cogimos un autobús que nos dejaba muy cerca del hotel y allí intenté, con poco éxito, que comiera algo. Después, durmió una siesta reparadora (nunca mejor dicho). LO desperté para irnos al estadio y parecía estar algo mejor. Un nuevo chute de medicinas le estaba haciendo efecto. 

El partido era contra el Granada y el resultado lo sabéis todos. ¿Cómo?, ¿que hay alguien que no lo sabe? Bueno, pues el Sevilla ganó 5-1. Hasta ese momento, JP solo había visto en vivo al Sevilla en un partido de Copa del Rey jugado en Sabadell el pasado 29 de octubre y que ganó 1-6. O sea, que el tío ha visto 11 goles de su equipo en solo 2 partidos. Estoy por llamar a la directiva y ofrecerles (por un módico precio) a este talismán. No sé si lo disfrutó mucho, pero dice que se lo pasó muy bien. Las entradas, espectaculares, fueron gentileza de su padrino. Todo un detalle.

El lunes, tras pasar una buena noche y tener voz de gangoso con una amígdala del tamaño de una nuez y con unas placas blancas chulísimas, lo dedicamos a pasear un poco por la ciudad. Visitamos unos puestos con figuras para el Belén en los alrededores de la Catedral y el Archivo de Indias, paseamos por el Barrio de Santa Cruz, los Jardines de Murillo y la Plaza de España. Comimos en el Prado de San Sebastián y después cogimos el autobús para el aeropuerto con mucha antelación para evitar disgustos y porque tampoco se trataba de machacar al chaval.

Ya solo queda S. y, la verdad, es que no sabemos qué hacer. El tío sigue siendo del Barça, así que todo eso que me ahorro, ¿no?

Os dejo algunas fotos:

Nuca de un jugador del Betis
 (si ampliáis podéis leer su lema, todo un acicate para afrontar un partido)

Vista desde la ventanilla del avión (aunque no veamos el sol, ahí está)




JP durante el viaje a Sevilla


Mosaico en el Ramón Sánchez Pizjuán para celebrar la semana de la afición


JP en el Patio de Banderas con la Giralda al fondo (esta foto es ya un clásico)



Preparando la pista de hielo en el Prado de San Sebastián (palmeras, naranjos, sol ... hielo)


Espacio Metropol (o Setas de la Encarnación)

viernes, 28 de noviembre de 2014

Tu cara me suena Mini

Advertencia: La entrada de hoy es políticamente incorrecta y puede herir la sensibilidad de alguno/a.

Hace unos días que acabó un programa de televisión que por un motivo muy concreto nos vimos "obligados" a ver. El programa en cuestión era "Tu cara me suena Mini" y el motivo no era otro que la participación de una sobrina de A. (para ser más exactos, la hija de un sobrino de A.)

La cadena que lo emitía era Antena 3 (tranquilos, no hago publicidad, al revés, la pondré a parir) que, unido a su formato, composición de su jurado y otros menesteres hacía que seguirlo fuera un auténtico calvario.

Si no recuerdo mal, el programa empezaba a las 22:30 horas (un poco más tarde que el prime time ... que el prime time español, que es muy peculiar). Los más listos os preguntaréis "Si empezaba a esa hora y se trataba de Antena 3, ¿a qué hora acababa?" ¡Efectivamente!, esa es la pregunta. Yo aguanté dos programas hasta el final y puedo dar fe de que acababa a la 01:30 horas ... Vamos, que empezaba un jueves y acababa el viernes.

¿De qué se trataba el programa? Así, de forma resumida, podríamos decir que era un concurso en el que unos cuantos niños seleccionados según sus aptitudes musicales los criterios que tuvo a bien algún responsable del programa competían entre sí imitando a cantantes conocidos (no es eso sinónimo de buenos) y siempre acompañados de un adulto, que también era un famoso (o eso creo). Participaban, por ejemplo, María del Monte, Santiago Segura, Miki Nadal, Xuso Jones ... Cada semana, a los niños-participantes se les asignaba a lea to ria men te (no se lo cree nadie) el cantante o grupo a imitar. Así, a una niña "mu grasiosa" y "mu salerosa" siempre le tocaba imitar a folclóricas (solo una vez le tocó una canción en inglés).

Además de la sobrina de A., algunos de los participantes eran:

Unax: Este niño metido en un cuerpo de adulto (o este adulto con mentalidad de niño) no se caracterizaba por sus dotes artísticas. Nuestra tortuga habría hecho un papel más digno en ese programa. Eso sí, cariñoso sí que lo era. Se ha pasado la mayor parte de los programas abrazando gente. O estaba muy falto de cariño o en realidad era un teletubbie. No quisiera indagar mucho en el tema, pero el realizador del programa, de vez en cuando, ofrecía imágenes de los familiares de los concursantes durante la interpretación de los niños. De esta forma todos pudimos "conocer" a los padres de Unax y, a juzgar por la cara del padre, alegría, lo que se dice alegría no parece que hubiera mucha en su hogar. Quizá eso explique esa necesidad imperiosa de su vástago por abrazar.

Padres de Unax

Fran: El más pequeño de los participantes. Vamos, era tan pequeño que ni tan siquiera se le había formado la voz. Cada programa era una lucha encarnizada con Unax para disputarse el puesto de peor concursante. Su acompañante, Miki Nadal, no ha sido un salvavidas en sus actuaciones. No interpretaba canciones, las perpetraba. Cuando actuaba ese niño la sensación era como ver a Mari Carmen y sus muñecos, él el muñeco y Miki Nadal el ventrílocuo.


Julia: Sin duda, la repelente del grupo. No dudo de sus cualidades interpretativas, pero vaya tela lo marisabidilla que era la niña. Ha sido el único caso en el que su acompañante -muy malo como cantante, pero muy gracioso con sus comentarios- le ha servido para dar una mejor imagen. Estoy seguro de ello.



Nayra: No canta nada mal, pero ésta es la que os decía que sospechosamente siempre (salvo en una ocasión) le ha "tocado" imitar a una folclórica o similar. Llegó a la final (por méritos propios, no digo que no) y se forzó un poco que ésta fuera más reñida. Su acompañante era una tal Ana Simón (no preguntéis quién es porque no tengo ni idea, ni ganas de buscar en Google)


Si os parece, dejamos ya a los concursantes y pasamos a hablar -aunque sea un poco- de los miembros del jurado del programa. Tres eran los componentes del mismo:

Ángel Llàcer: Besucón, chillón e histriónico a partes iguales. Desconozco (y casi dudo) cuáles son sus méritos para formar parte de un jurado musical, pero lo cierto es que allí estaba, dando la nota (ahí va, ni a propósito) en cada programa, intentando destacar en cada una de sus intervenciones y concediendo puntos según su peculiar criterio, no siempre coincidente con el de la mayoría de los espectadores o ni tan siquiera con el resto de miembros del jurado.

Este tipo también se encargaba de ayudar a los niños en la imitación del cantante que les había tocado en lo que respecta a la puesta en escena. Supongo que será un actor de reconocido prestigio o, como mínimo, un experto en la materia.




Carlos Latre: Hay que reconocer que es un gran imitador de todos sus personajes y además un tipo simpático. De música, interpretación y/o puesta en escena no parece dominar mucho, pero ... ¡qué más da!, ¿es eso importante o incluso necesario para formar parte de un jurado musical? Pues ya está.

Mónica Naranjo: La otrora cantante y ahora miembro de jurado solía poner esta cara cada vez que durante la actuación de alguno de los concursantes la enfocaban. No tenía el gusto de conocerla (salvo por una canción de hace unos años en la que gritaba mucho) y me ha parecido de lo más vulgar. Sus bromas -junto con el inefable Llàcer- muy fuera de lugar y más si tenemos en cuenta de que se trataba de un programa ¿infantil?, ¿de niños? ¿para niños? ... no sé.

Como os decía, el programa empezaba muy tarde y si a eso le añadimos que era en Antena 3 y el gusto que esta cadena televisiva siente por los anuncios (o lo bien que trata a los anunciantes) es fácil entender que acabara tardísimo. Los anuncios venían con nocturnidad (nunca mejor dicho) y alevosía. Cuando menos de lo esperabas, y siempre dentro del programa, aparecía el Llàcer para vendernos unas chocolatinas o un televisor de última generación. Otras veces, para no engañar al espectador (ejem), hacían pausas advirtiendo de la duración de éstas. Ya sabéis, empiezan diciendo que 1 minuto vuelven y cuando ya está acabando el programa, son las tantas, no tienes capacidad de reacción, las pausas son de 7 minutos.

Bueno, no quiero alargarme más. Solo deciros que ganó el concurso la sobrina de A., la mejor con diferencia. Desde hace años, en muchas reuniones familiares, canta algunas canciones (algunas propias, otras no) y, de verdad, lo hace muy bien. Os dejo una foto suya.

Abril

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Iremos a Londres

La vida sigue.

Finalmente, si Dios quiere, a finales de febrero y primeros de marzo iremos a Londres toda la familia. Me da vergüenza explicarlo, pero lo cierto es que aquellos billetes de avión tan baratos que encontré, no resultaron así. Aquella página web era poco clara (o yo muy inocente, que todo puede ser), pero lo cierto es que, para evitar sorpresas con el precio que marcaba, cliqué en la opción "Desglose" y allí me decía que el precio total era de unos 195 € aproximadamente. Cuando por fin nos decidimos a hacer la reserva, empecé a introducir los datos de los 8 pasajeros y cuál fue mi sorpresa al comprobar que, justo antes del último paso, el precio había subido hasta los 597 € (que no digo que no sea barato, pero que no son 195 €).

Como A. había contactado con una sobrina suya que trabaja en una agencia de viajes, nos encontró una opción que incluía billetes de ida y vuelta de avión, traslado del aeropuerto de Gatwick al hotel y del hotel al aeropuerto y 3 noches de hotel con desayuno incluido por 1.505 €. Creo que más barato (y más cómodo) es casi imposible encontrarlo, por lo que hemos dado nuestra conformidad y hecha ya la reserva, a la que ha habido que añadir algo más de 100 € para el seguro de cancelación.

El "problema" es que somos muchos y cualquier cosa se dispara. Por ejemplo, nuestra sobrina nos aconsejó contratar ese Seguro de cancelación, pues total "sólo son 13 euros y pico por persona". Y es verdad ... es verdad si nos fuéramos A. y yo solos, pero al ser tantos, ese "sólo" 13 euros por persona se convirtieron en 104 euros. Es como cuando los niños eran más pequeños y quedábamos con algunos amigos para dar un paseo, hacer una excursión o cualquier otro pequeño plan. Muchas veces -de muy buena fe- estos amigos nos proponían acabar el plan con un aperitivo o una merienda ... o un simple refresco. Lo que para ellos eran 3, a lo sumo 4, consumiciones (¡ahí va!, el ordenador me subraya la palabra "consumiciones", por lo que deduzco que, por muy utilizada que sea en el mundo de la hostelería, no es correcta) para nosotros eran 8.

Ya me estoy desviando del tema. Como al final hemos decidido ir (es nuestra última oportunidad -y única- de hacer un viaje toda la familia junta), aproveché una cena en familia para decirles a nuestros hijos que, tratándose de un viaje de toda la familia, sería bueno que todos colaboráramos. Se lo tomaron a bien y es muy probable que consigamos -¡de nuestros hijos!- algo más de 200 €.

Este fin de semana tengo preparada una sorpresa para JP. Espero que no lea esta entrada (hasta ahora no lo ha hecho nunca) y me chafe el plan. El domingo nos iremos a Sevilla a ver un partido del Sevilla FC y volveremos el lunes por la tarde. La idea es que por la mañana le digamos que nos vamos de excursión y cuando lleguemos al aeropuerto ya le contaré cualquier cosa hasta que vea que embarcamos y le tenga que contar toda la verdad. El padrino de JP ha colaborado con un regalo para su ahijado: se ha hecho cargo de las entradas al partido. Espero que el Sevilla le regale una victoria y no me haga como la última vez que hice este plan con Q, que perdió contra el Valladolid (1-2). Ya os contaré cómo va.

Y para acabar, os contaré un hecho real que me ocurrió ayer mismo. A., que estaba con fiebre, no fue a trabajar (intento hacer memoria, pero soy incapaz de recordar la última vez que no fue a trabajar), así que llevé yo a los niños al cole. Dejé a los mayores en la puerta de entrada y me llevé a S. hasta su cole (aunque sea el mismo cole, las instalaciones no son las mismas, están a cierta distancia). Cuando llegué, aparqué el coche y me bajé dispuesto a acompañarlo hasta su clase. En ese momento, un niño de su clase le saludó. "Hola S." y S. contestó "Hola B." Y ahí se produjo el hecho excepcional para unos, no tanto para mí. Este niño le dijo a S. "Hoy vienes con tu hermano, eh" Pensé que no lo había oído bien, cuando S. le dice "No, es mi padre" y el niño insiste, "No, es tu hermano". A punto estuve de intervenir y sacarle de dudas diciéndole "Su hermano mayor, eso sí" Entré llorando de emoción en el cole. Gracias B., nunca olvidaré esto.

Por la noche, durante la cena, conté lo sucedido y todos mis hijos (y A.) se rieron. Creo que les corroe la envidia de tener un padre (y marido) tan bien conservado.

lunes, 24 de noviembre de 2014

En el adiós de un compañero

El jueves pasado me llamó un compañero de promoción del colegio. Cuando vi su nombre en el móvil me sorprendió, pero tampoco mucho, pues al ser Procurador de los Tribunales, y haberle encargado algún asunto, pensé que se trataría de un tema profesional.

- ¿Ya sabes por qué te llamo, no?

- Pues no, la verdad es que no

- Ha muerto Q. (y el apellido)

- (...) ¿Qué? ¿Qué me dices?

- Sí, ayer noche

- Pero ¿qué ha pasado?. ¿Un accidente?, ¿estaba enfermo?

- No, me han dicho que estaba atravesando una fuerte depresión y ... a buen entendedor, pocas palabras faltan.

(...)

Me quedé helado y me despedí de mi compañero que colgó entre sollozos.

El sábado por la mañana acudí a uno de los tanatorios de Barcelona para despedirme de él, asistiendo a una Misa que se celebró por su alma. 

El oratorio estaba abarrotado y entre los asistentes muchos de sus compañeros de promoción, que acudimos a pesar de que ya hace 28 años que acabamos el colegio. La ceremonia fue preciosa. Allí estaba su familia: su mujer, sus tres hijos, su madre, sus hermanos y muchos de los muchos amigos que tenía. El sacerdote dirigió unas palabras muy bonitas a los que nos reunimos allí y recordó una anécdota de Q. que resumía un poco su forma de ser. Relató cómo en una ocasión se saltó todas las medidas de seguridad que rodeaban al entonces Papa (San Juan Pablo II) y subió al "papamóvil" y se abrazó a él. Una foto de ese momento daba fe de aquello. Recuerdo cómo aquella foto estuvo unos días colgada en uno de los tablones del pasillo de  nuestro pabellón y cómo nos contaba una y otra vez esa gesta. Ahora -estoy seguro- San Juan Pablo II le habrá vuelto a abrazar para presentarlo ante Dios.

Sus dos hijas mayores dirigieron unas palabras a los que allí nos reunimos recordando algún aspecto de la figura de su padre. Después, su viuda, cogió al micrófono y muy entera nos contó algunas cosas de Q. Nos dijo que siempre le decía que él se moriría antes que ella y que cuando lo hiciera, había dejado todo dispuesto en una carpeta verde que estaba en no sé qué mueble. Cada año le decía que ya había actualizado la famosa carpeta. Cuando él murió, N., su mujer, ni se acordó de la carpeta, pero al cabo de dos días, uno de sus cuñados le dijo que debía abrirla. Así lo hizo y encontró una carta que nos leyó. Alguna de sus frases eran:

"N. eres, junto con nuestros hijos, lo mejor que me ha pasado en mi vida", "A mis amigos, os pido que recéis por mí, que recéis mucho por mí", "Pido perdón a todos a los que, sin intención alguna, he podido molestar" ...

No éramos amigos íntimos. Él iba a otra clase (y eso, en mi colegio, marcaba mucho), pero en BUP ya coincidimos mucho más. Antes, al acabar 6º de EGB, coincidimos en unas colonias de un mes para aprender inglés. Lo pasamos genial. Los dos estudiamos Letras (él también era abogado) y en COU era uno de los siete alumnos que cursamos Latín, por lo que tuvimos mucho más trato.

Llevo unos días que no me lo quito de la cabeza y recuerdo muchos de los momentos que vivimos juntos y de las veces que, tras acabar el colegio, nos vimos. Era un tipo excepcional, con un carisma especial que hacía que todo el mundo le quisiera. No recuerdo -y no son palabras huecas- que cayera mal a nadie, ni que nadie le cayera mal.

DEP Q.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Pablo Iglesias

Llevo tiempo odiando observando a este personaje y, aunque tenía ganas de dedicarle una entrada, no lo hacía para no darle una publicidad que -a mi entender- no merece. ¿Publicidad? ¡Pero si todo él y el movimiento-partido político al que representa es fruto de la publicidad! ¿Cómo es posible que casi todas las televisiones le dediquen el tiempo que le dedican? Y de entre éstas destacan Cuatro y La Sexta. Le dedican tanto tiempo y programas que he llegado a pensar que está en plantilla.

Ops, perdón, me he equivocado
La primera vez que vi a este tipo era como tertuliano en un programa de televisión. Me hizo gracia su nombre pensando que sería un descendiente del fundador del Partido Socialista (ahora veo que, comparándolos, hace que aquél sea un santo varón). No me llamó especialmente la atención (salvo su coleta y puedo prometer y prometo que no hay ni un atisbo de envidia) ni en sus formas y, menos aún, en el fondo. Convencido de que sería un personaje efímero, cuál fue mi sorpresa al comprobar que seguía siendo invitado a esas tertulias de todólogos (los que hablan "saben" de todo) y que simultaneaba sus apariciones, no ya en una sola cadena, sino que eran varias las que se lo rifaban.

Es el de la izquierda
He tenido la suerte (y espero que dure) de no haber vivido bajo un régimen populista, pero como esto siga así, por desgracia tendré que cambiar el tiempo verbal y cuando repita esa frase, deberé hacerlo en pasado. No entiendo cómo hay gente (parece que mucha) no se da cuenta de lo que pretende este individuo, pero todavía entiendo menos cómo esas cadenas de televisión (privadas ellas) le dan cancha cuando una de sus frases favoritas es aquella de que "la existencia de televisiones privadas es un atentado contra la libertad de expresión por lo que no deberían existir".

Como seguían invitándole sin parar y ya no daba abasto, empezó a delegar funciones en otros integrantes de Podemos. Ahí es donde aparece el ínclito Juan Carlos Monedero, ideólogo según parece, de todo este tinglado. Si peligroso me parecía Pablo Iglesias, un escalofrío me recorrió el cuerpo cuando empecé a oír a éste. Si Rasputín levantara la cabeza ...

Empecé a entender algo (a encontrar una lógica, no a justificarlo) cuando me enteré que ha sido asesor del "gobierno" de Chávez en Venezuela (ahora lo es de Maduro) y de otros países que no destacan precisamente por ser un modelo de libertad y desarrollo, como Bolivia. ¡Y lo peor es que se enorgullece de ello! Y lo que parecía una broma, ya pasa de castaño oscuro. Las encuestas le dan incluso posibilidades de gobernar España. Bueno, ya está de eurodiputado en Bruselas (¿es casta?)

Como casi todo en la vida tiene un lado positivo: Ahora está en el punto de mira y la gente quiere saber qué hay detrás de todo esto, si solo es un experimento publicitario o realmente tiene alguna (ladina) intención. Así, ayer fue invitado a La Secta Sexta y la periodista Ana Pastor le dio un repaso en el programa El Objetivo. Nunca había visto a Pablo Iglesias incapaz de contestar a la mayoría de las preguntas que le formulaban y cuando lo hacía, se encontraba con una auténtica pared que le decía "No me ha contestado a la pregunta" o "No se vaya por las ramas y contésteme, por favor". Otras veces tiraba de hemeroteca y quedaba en evidencia con temas como Venezuela, ETA, renta básica, desahucios y bancos  ... 

Independientemente de sus peculiares ideas, solo me gustaría saber que me dijera de dónde piensa sacar el dinero para cumplir sus promesas.

Aunque la crítica la dirija contra este personaje y su partido, no quiero exculpar a nuestros actuales gobernantes (y los anteriores) por la gran culpa que tienen en la aparición de este (y otros) movimientos.

Como esto siga así, además de tener al sectario Jesús Cintora (el presentador de Las Mañanas de Cuatro) como próximo Jefe de Prensa de Pablo Iglesias, podremos ver a Sor Lucía Caram (estoy convencido de que ni es monja y empiezo a dudar que sea una mujer)de ministra de Asuntos Sociales.

Nunca mejor dicho, Dios nos coja confesados.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

La hucha de México

Tenemos Teníamos en casa una hucha (alcancía) a la que bautizamos con el nombre de "Hucha de México". Y se llamaba así porque hace unos años vinieron a vernos unos amigos que viven en México y nos dijeron que nos invitaban a su país. Aunque les comentamos que sería muy complicado poder viajar todos a ese precioso país, insistieron con el argumento de que una vez allí teníamos todos los gastos pagados (como si pagar 8 billetes de avión a México estuviera al alcance de nuestro bolsillo). No nos quedó otra alternativa que intentarlo. A tal efecto, A. compró una hucha -nada de cerditos de barro-, una lata en la que iríamos metiendo (todos) algún dinero para intentar conseguir ese (inalcanzable) objetivo.

Así era la hucha

El tiempo fue pasando y la hucha ahí seguía. Es cierto que en un principio echábamos algo de dinero, pero desde hace un tiempo ... Vamos, yo mismo no echaba ni una moneda desde tiempo inmemorial. Es más, en más de una ocasión he estado tentado de llevarme la hucha, esconderla y cuando ya nadie se acordara de ella, abrirla y quedarme con su contenido. Reconozco que también he observado -como quien no quiere la cosa- los dedos de los niños por si descubría heridas fruto de un (desesperado) intento de robo.

La semana pasada, mientras cenábamos -así, de golpe-, A. decidió que llevábamos demasiado tiempo con esa hucha, que el objetivo era del todo imposible y que el tiempo iba pasando, los niños se hacían mayores y cada vez resultaría más complicado hacer un viaje toda la familia. "¡Abrimos la hucha de México!", gritó.

En vano resultaron todos mis intentos para convencerla de que, como su nombre indicaba, el dinero de esa hucha era para ir a México. Mandó a uno de nuestros hijos a buscarla y cuando la trajo allí esperaba ella con una abrelatas en la mano. La abrió y empezó a contar dinero. Había algunos billetes de 100 €, alguno más de 50 € y monedas de todo tipo (muchas de níquel y no pocas pesetas). Se me ocurrió -como broma- acusar a uno de mis hijos de haber sustraído alguna moneda de la hucha y allí, delante de todos, confesó su crimen (me parece que a partir de ahora me dedicaré a la actividad detectivesca). Cuando A. acabó de contar resultó que en la hucha había algo más de 1.800 €. No es que sea un gran capital (a mí sí me lo parece), pero lo suficiente para hacer ese viaje que tanto desea A.

A partir de aquí, la gran pregunta: ¿Y a dónde vamos?

Se me ocurrió insinuar a los niños que podíamos coger la furgoneta y darnos una vuelta por algunos lugares de España. Me miraron con cara de asco (o pena) y pasaron de contestarme. Estaba claro que ellos quieren (pretenden) ir algo más lejos. Y yo que quería ir a Jaén a desvirtualizar a alguien o a Madrid o a Sevilla o a Galicia, Santander .... Papá, ya hemos estado en Madrid y Sevilla, así que nada de eso.

Parece que existe cierta unanimidad en ir a Londres. Es cierto que para hacerme una idea he empezado a mirar por internet lo que podría costar el viaje y la estancia y, además de ir cambiando los precios, he conseguido averiguar los siguientes datos:

- Los billetes de avión (ida y vuelta) de los 8 podrían estar alrededor de los 240 € (hace unos días nos salían por 189 €). Lógicamente volando en compañías low cost.

- En Londres hay 5 aeropuertos y he visto que en Gatwick el traslado del aeropuerto a la ciudad (ida y vuelta) cuesta 276 € en tren y algo más de 150 € en autobús (¡con una duración de 90'!). Creerán que queremos comprar el tren cuando solo queremos usarlo. No deja de ser curioso que sea más barato el trayecto Barcelona-Londres en avión que el del aeropuerto a la ciudad, ya sea en tren o en autobús.

- Una vez en Londres, en lugar de buscar un hotel (que son más caros e implica que todas las comidas sean fuera), hemos buscado apartamentos de uso turístico (con capacidad para 8 personas, que no es moco de pavo). Hemos visto alguno a partir de 560 € (muy,. pero que muy sencillitos).

Pues eso, que en esas estamos.

Por cierto, se admiten todo tipo de comentarios y/o sugerencias sobre este destino o cualquier otro que entre dentro de ese (limitado) presupuesto. Muchas gracias de antemano.

viernes, 24 de octubre de 2014

Desvirtualizando amigos

Sigo alucinando. Sí, alucinando con vosotros/as. Que un cretino como yo no escriba desde el 13 de octubre y aún así no solo no hayáis abandonado el blog, sino que habéis seguido entrando, demuestra lo grandes que sois. Muchas gracias.

Pensándolo bien, lo más probable es que os hayáis ido hartos de ver que el blog no se actualiza y existe por ahí una máquina que va haciendo visitas periódicas a este sitio y así sube el número de visitas y yo me emociono creyendo que mis seguidores/as me son fieles.

Ya sé que no es excusa, pero estos últimos tiempos hay cosas que se están complicando. El más preocupante es el relativo a un cliente del turno de oficio (sí, sí, muy chulito yo le dediqué una entrada y ahora resulta que me lleva por el camino de la amargura) del que -espero que así sea- más adelante os relataré con más detalle la historia.

Perdonad por el desorden en la entrada, pero tengo la sensación de que tengo que contar varias cosas a la vez porque hace mucho tiempo que no entro por aquí y como hay tanto que contar .... ya me gustaría. Todo vuelve a repetirse. He vuelto a estar de campamento con JP (creo que ahora sí, en el colegio preparan un busto dedicado a uno de los padres con más campamentos a cuestas), ha habido algunos cumpleaños en casa (y el de A. a la vuelta de la esquina), el verano parece, aunque resiste a marcharse, tocar a su fin. El fin de semana pasado estuvimos en la playa y, como un campeón me di un baño (era lo más parecido -imagino- a hacerlo en el Mar del Norte, pero bueno, no estuvo mal ... sobre todo la barbacoa que le siguió)

Sin embargo, no puedo dejar pasar más tiempo sin contaros que hace unas semanas estuve en Madrid con A., Q. y JP y ... ¿a que no sabéis con quién quedamos? ¡Exacto!, con Carmen J. Le hice saber que estábamos en su ciudad y, tras mostrarme su sorpresa -"¿Estás en los madriles?" es lo que escribió-, propuso que nos viéramos para tomar un aperitivo. ¿Qué os parece en la Pza. de Santa Ana?. Pues que muy bien, ¿qué si no? Acabamos nuestro paseo turístico (en el sentido estricto de la palabra pues visitamos La Almudena, la Pza. Mayor, el Mercado de San Miguel ...) y nos dirigimos hacia el lugar acordado. Una leve pero pertinaz lluvia nos acompañaba y, cómo no, sin paraguas. Mientras esperábamos, buscamos un tejadillo o saliente en el que refugiarnos. "¿Os importa que vaya con Curra?" No solo no nos importaba, sino que el mero hecho de pensar que por fin conocería a la autora de tan insigne blog, hizo que me pusiera muy nervioso. Al final no vino Curra y nos envió a Carmen J.

Encontramos una mesa bajo un buen toldo y pedimos unas bebidas y unas tapas. Y fue precisamente en el momento de pedir las tapas, cuando se produjo la anécdota de la jornada (o del mes). Cuando detectó que pedíamos tapas nos dijo que debíamos cambiarnos de ubicación. No me veo capaz de explicarlo de manera que se entienda, pero más o menos venía a ser que nos habíamos sentado en el espacio reservado (había que ser adivino porque nada indicaba que se intentaban diferenciar dos espacios pertenecientes a un mismo bar-restaurante) únicamente para comida italiana y las tapas había que pedirlas en el español. O sea, las bebidas se podían pedir en cualquiera de ellos, pero las tapas no. Como no era plan beberse la cerveza y después pasarse a la zona nacional para degustar la tapa, obtuvimos el permiso de la camarera para coger la bebida pedida en territorio italiano y trasladarla a España donde pediríamos las tapas que acompañarían a la bebida. Ya sé que no se ha entendido nada. A nosotros también nos costó (y eso que íbamos con Carmen J)

Lo pasamos muy bien, a pesar de que Q. y JP estuvieron especialmente pesaditos (ya se sabe, tienes un blog en el que hablas de tus hijos y cuando se desvirtualizan te das cuenta que son igual de pesados que el resto). Y respecto a Carmen J. deciros que vale la pena conocerla. Es más, al final de la charla me quedó la duda de si realmente era Curra la que escribía las entradas.

PS1 A Carmen J. ya la conocí a finales del pasado verano, que tuvo el detallazo de venir al hospital donde estaba ingresado mi hermano y que ya os conté aquí

PS2 Aunque estuvimos exactamente donde se muestra en la foto, no os matéis buscándonos porque la he sacado de internet.

lunes, 13 de octubre de 2014

Un poco de actualidad

Bueno, pues aquí estamos, cada día más solos (siguen las despedidas blogueras) y prodigándome muy poco, la verdad.

Siguen los cumpleaños en la familia (podéis estar tranquilos, que el esquema del margen superior izquierdo está actualizado), siendo los últimos P. y S y, cómo no, siguen los campamentos padres e hijos que organiza el colegio. Si hace 2 fines de semana acompañé al segundo de S., el jueves estaré con JP en el que será su último (y mi 18º) campamento.

Sigue la crisis. No ya la económica, que siendo grave y haciéndonos merecedores del título de 'Malabaristas Cum Laude', sino la moral, que hace que vivamos en un permanente estado de crispación, con unos gobernantes que están haciendo muy mal las cosas y unos grupúsculos (cada vez más numerosos) con apariencia de partidos que, utilizando a los fácilmente manipulables ciudadanos de este país, intentan ganar en la calle lo que no consiguen en las urnas. Ese mensaje convocando a protestar ante las sedes del PP si moría Teresa Romero, la enfermera infectada del virus del ébola (desde aquí todo mi apoyo y mis rezos para ella) me pareció del todo ruin y miserable. Y para acabar con este tema, solo dos datos: tremendo la que se lió con el pobre Excalibur y 'sorprendente' el diferente trato informativo que merece esta infección con la acaecida en EE.UU. Como decía, la crisis de valores es espectacular.

Empezaron también las reuniones del colegio y este año parece que vamos a tener más suerte, pues en un día nos coincidieron dos cursos. Reunión de 2º de Bachillerato y de 4º de Primaria. Nos dividimos y ... ¡matamos dos pájaros de un tiro! Es posible que esto se vaya repitiendo a lo largo del curso porque en una de las primeras reuniones se nos dijo que no volvería a haber reuniones los miércoles porque (sic) "hay Champions y juega el Barça". Todo un detalle ... para los del Barça.

(...)

Creo que me daré una vuelta por la blogosfera a ver qué se cuece


lunes, 29 de septiembre de 2014

La dieta milagrosa

Existen diversas verdades universales, lo sabemos todos. Una de ellas es que a medida que te haces mayor tiendes a engordar. ¿Por qué? Pues no lo sé, la verdad. Tampoco como tanto. Imagino que los expertos -que en mi blogosfera existen- dirán que influyen mucho los hábitos (¿nocivos?) o los no-hábitos, como hacer menos deporte, por ejemplo.

Relacionado con este tema, tuve una gran decepción hace unos días. Llevaba una vida de lo más normal para un tipo de mi edad: vacaciones de verano, practicar poco deporte, descubrimiento de la caipirinha, volver a fumar a mitad del mes de agosto (se está alargando demasiado y todavía no lo he vuelto a dejar), etc A pesar de este tipo de vida, no solo no engordaba, sino que adelgazaba. Al principio no me di mucha cuenta, pero al final estaba yo asombrado con este cambio de tendencia y empezaba ya a tomar notas para enviarlo a alguna revista médica de cierto prestigio como "The Lancet", cuando observé un pequeño detalle. Notaba mi adelgazamiento con unos pantalones concretos. Es decir, con la mayoría de los pantalones y bermudas (sí, en verano llevo bermudas, pero en el lugar y ocasión oportunos, no a todas horas) no notaba nada especial, pero con ésos sí. Hubo un dato (ya os he dicho que tomaba notas para enviar un sesudo estudio a esa revista médica) que me descolocó. Por circunstancias que no vienen al caso, tuve que ponerme unos pantalones más de vestir y -oh, sorpresa- no solo no se me caían, sino que me apretaban más de lo normal. Anoté ese dato (mi estudio no era sesgado, sino muy riguroso) pensando implorando que fuera la excepción que confirmara la regla y fui a acostarme. Me puse el pijama (no hace falta insistir, los señores dormimos en pijama) y volví a comprobar con satisfacción que seguía adelgazando. El pantalón del pijama seguía holgado.

Contento con mi metabolismo y mi evolución comenté el tema con A. (ya sabéis, contrastando mis datos con otros colegas). Más o menos fue así:

- Yo: A. estoy muy contento porque creo que estoy adelgazando ...

(Cara de póquer de A.)

- Yo: ... a pesar de no haber hecho dieta ni deporte como un poseso, noto que, no solo no engordo, sino que pierdo peso.

(A. arruga la frente y levanta una ceja hasta una altura que ni el mismísimo Ancelloti sería capaz de igualar)

- A.: ¿Ah, sí?

- Yo: Sí ... el pantalón del pijama cada vez me va más grande

- A: Ahhh, ¿el pantalón del pijama?

- Yo:

A partir de ahí, A. me explicó como si lo hiciera a un niño de 4 años, que la goma del pantalón del pijama suele darse de sí. "El paso del tiempo, los lavados, la secadora sobre todo, hacen que la goma se dé de sí. Lo entiendes, ¿no?"