jueves, 26 de junio de 2014

Los malditos deberes de verano

Tranquilos, ya he pedido hora en el médico. Esto de escribir dos entradas seguidas no me pasaba desde ... humm .... hace dos años, creo.

Ayer os amenacé con dedicar una entrada a los deberes de verano y, aunque pensaba escribirla, no pensé que lo haría tan pronto. La culpa (siempre hay que buscar un culpable) es de Sunsi, que ayer me hizo un comentario "picándome" y aquí estoy yo para aceptar -gustosamente- el reto.

Vaya por delante que uno no había oído la expresión "deberes de verano" en su -larga o corta- vida. En mi época existía un curso escolar (como ahora, ¿no?) en el que se impartían una serie de materias, cada una de ella con sus lecciones. Existían también unos exámenes (evaluaciones y más adelante trimestrales y cuatrimestrales). Los exámenes no solo servían para molestarnos, sino que básicamente su función era evaluar (de ahí lo de evaluaciones) el conocimiento que sobre la materia impartida tenía el alumno. De esta forma, al acabar el curso y dependiendo de la nota obtenida en la asignatura, podías aprobarla o suspenderla. Si se suspendía (se dejaba en suspenso), se volvía a examinar en septiembre, es decir, pasadas las vacaciones pasado el verano. ¿Se va pillando? En resumen, los alumnos que no habían superado el examen a final de curso (normalmente en junio), tenían trabajo durante las vacaciones. Es muy sencillo, si no habían trabajado durante el curso, debían hacerlo en verano.

Era algo muy sencillo, todo el mundo lo entendía ... ¡incluso los que habían suspendido! Un alumno suspendido podía discrepar de la nota, considerar que el profesor había sido injusto con él (el consabido "me tiene manía", que es ya muy antiguo), pero nunca -y nunca, es nunca- cuestionaba el hecho de tener que "trabajar" en verano.

Ahora todo ha cambiado. Cuando un alumno acaba el curso, tiene deberes de verano sí o sí. Da lo mismo cómo le haya ido el curso, da lo mismo que haya aprobado con un cinco raspado, que haya sacado un Notable o, incluso, que tenga un Excelente ... ¡tendrá deberes de verano! ¿Es eso justo? Podría darse el siguiente caso:

Pepito (que ha suspendido tres asignaturas): Juanito, ¿quedamos mañana por la mañana para montar en bicicleta?

Juanito (que se ha sacado el curso con una media de Notable): No, no puedo hasta las 12. Antes tengo que hacer deberes de verano

Pasemos ahora, si os parece (¡qué tontería!, si no os parece, también pasaremos), a citar algunos puntos "delicados" de los deberes de verano:

- ¿Son deberes para los niños o para los padres? Si alguno piensa que lo digo porque tenemos 6 hijos, se equivoca. Evidentemente que ese hecho multiplica las consecuencias, pero el hecho de tener un solo hijo implica que establezcas un horario (que se cumplirá o no y que, siempre, conllevará discusiones y/o tensiones) para hacer los deberes de verano. Además, más de una vez toca repasar esos deberes y casi siempre solucionar -o intentarlo al menos- las dudas que surgen al hacerlos.

- Tampoco son una barbaridad, se trata de que el niño/a no pierda el hábito de trabajo adquirido durante el curso. Además de dudar sobre si realmente lo ha llegado a adquirir, siguiendo este argumento sería más fácil no hacer vacaciones y seguir con ese ritmo (y hábitos) del curso.

He llegado a ver "cuadernillos" de verano, que ya el hecho de mencionarlos así (cuadernillos) es un insulto, no solo a la lengua, sino a la inteligencia. Si eso es un cuadernillo, ¿cómo será un cuaderno?

- Pobre del que no los haga. Cuando nuestros primeros hijos empezaron a tener deberes de verano, yo pensaba que era, eso, una forma de tenerlos entretenidos y ocupados para esos ratos muertos del tedioso verano (¿tedioso? ¡Exijo el derecho de los niños a aburrirse!). Total, si no acababan el "cuadernillo", no pasaba nada ... ¡Já! Recuerdo a más de uno de nuestros hijos sufriendo cuando se estaba acabando el verano porque no había acabado el "cuadernillo". Después, cuando el segundo día de curso traía una nota del profesor en la agenda diciéndonos que el niño no había hecho to-do el "cuadernillo" entendí ese sufrimiento.

- El profesor ¿qué culpa tiene de todo esto? Imagino que, como la mayoría de nosotros, estará deseando descansar y no desear que llegue septiembre para "corregir" (supongo que solo mirará las hojas por encima intentando detectar alguna en blanco) unos cuantos "cuadernillos"

- Si un niño no ha hecho todo el "cuadernillo" queda ya marcado. Puede parecer una exageración, pero he vivido en carne propia alguna tutoría (la primera del curso, ya sabéis, esa que sirve como una primera toma de contacto con su tutor y que básicamente le sirve a él para que los padres del informen sobre el angelito que le ha tocado) en la que el profesor, tras sacar a colación el tema del pu... "cuadernillo", saca también conclusiones sobre la laboriosidad del alumno, la mayoría de las veces, precipitadas.

- No es gratis. Quizá no sea un punto primordial, pero el hecho de tener 6 hijos en edad escolar, hace que hablemos de cierto presupuesto.

Si cada día soy más contrario a los deberes durante el curso, imaginaos lo que pienso acerca de los deberes de verano. Aun así, y  a riesgo de parecer un padre cabreado o excesivamente blando con los hijos, se me plantean diversas dudas: ¿No trabajan ya durante el curso como para merecerse unas vacaciones?, ¿no lo hacemos los mayores?. ¿Tanto se les atrofia el cerebro porque estén un tiempo sin hacer deberes?. ¿No pueden aplicarse esos conocimientos, supuestamente adquiridos durante el curso escolar, con ejercicios más prácticos? ¿Por qué ahora que las corrientes pedagógicas más progresistas y avanzadas utilizan conceptos como "interactuar" (que hasta el corrector me lo subraya) los deberes siguen siendo como los de toda la vida? Y la más importante, ¿es realmente positivo para el niño/a hacer estos deberes?

Aunque lo no lo parezca, me he comedido un poco.

miércoles, 25 de junio de 2014

No hay cole ... ni vacaciones

Una vez más llegamos a esa agradable época del año en la que "ni chicha, ni limoná". No hay cole, pero tampoco vacaciones. Suerte que este año, esta situación no se alargará mucho. Me explico.

Es cierto que A. y yo seguimos trabajando. A. lo hará hasta el 25 de julio, cosa que conviene aclarar para aquellos que equivocadamente piensen que trabajando en un colegio ya está de vacaciones. Ese planteamiento es correcto si se trata de un/a profesor/a, pero no si nos referimos a personal administrativo. Ya tenemos claro que nosotros dos trabajamos y que no hay colegio, por lo que ... ¿qué hacemos con los niños?

Curso de verano: Apuntamos a Q., JP y S. al que organiza el propio colegio. Es más económico y más cómodo, pues cada mañana se irán con A que, como ya he adelantado, sigue trabajando.

Irlanda: J., la mujer de D., desarrolló hace años un trabajo profesional que, desde hace poco, ha retomado fundando su propia empresa: la organización de estancias de niños españoles en Irlanda para aprender y/o perfeccionar el inglés. Pues eso, que Mi. se va a pasar un mes en ese bonito y verde país. Se va el viernes y estará alojado con una familia autóctona. También harán mucho deporte y actividades lúdicas, entre ellas, vela. Aunque no creo que sea exactamente igual a lo que se hace por aquí ... de entrada, necesita un traje de neopreno, lo que nos da una idea de que la temperatura ambiente y del agua no es la misma que en España.

Trabajo en un club de padel: Tengo un cliente que montó un padel indoor hace unos meses. Para este verano a organizado un "campus" para niños y necesitaba monitores. Pues ahí aparece P. Hoy sabrá finalmente si trabajará y cuánto tiempo, pues hasta que no se ha acabado la fase de inscripción, no sabía cuántos necesitaría.

Curso de verano: Ya está repitiéndote otra vez, pensará alguna/o. Pues no. Esta vez se trata del Curso de verano que organiza el que hasta hace unos días era el colegio de Ma. y parece que puede trabajar allí de monitora. Le puede ir muy bien porque, además de ganarse un dinero, podrá empezar a practicar eso que parece va a estudiar. Estamos pendientes de su nota de selectividad (los resultados los sabrá el viernes) y ver si entra en los estudios que quiere cursar: Magisterio con inglés. Esperemos que sí.

Así, a simple vista, parece todo muy bonito (y lo es) y muy bien organizado (que también), pero para eso hay que pasar por unos días (gracias a Dios, este año son muy pocos) en los que viven como en una especie de limbo. Lo que decía al principio de esta entrada: no hay cole, pero tampoco vacaciones. Los mayores se ocupan de los pequeños, se reparten las tareas del hogar y ... ¿A que suena bien? Ésa es nuestra meta, otra cosa es que lo consigamos. Lo normal será que se peleen por no hacer los encargos, discutan sobre quién ha hecho más y quién menos, les cueste un mundo levantarse por las mañanas y acostarse por las noches, pongan mala cara cuando tengan que hacer los famosos "deberes de verano" (de verdad, recordadme que un día escriba una entrada sobre esto) ...

¿Cuánto falta para que empiece otra vez el cole?

jueves, 19 de junio de 2014

Las verdaderas causas del fracaso

Me parece que a estas horas casi todo el mundo (sí, sí, el mundo ... y nunca mejor dicho) sabe que la selección española de fútbol ha sido eliminada del Mundial de Brasil. No voy a entrar en sesudos análisis que expliquen esta debacle (recordemos que es la vigente campeona del mundo y ha sido eliminada a las primeras de cambio, siendo incapaz de marcar más de un gol y encajando siete) por cuanto, a mi entender, solo existe una explicación: ha sido la prensa deportiva madrileña la que ha hecho la convocatoria. ¿No os acordáis de aquellos artículos alabando al pendenciero Diego Costa o las encendidas defensas de Paquetorres o ...? Vamos, para entendernos, si a mi hijo JP (3º de Primaria) le presto el juego de la PlayStation FIFA14 y le encargo la convocatoria de los seleccionados, lo hace mejor.

Pero no, no voy a insistir en eso, voy a intentar buscar otras posibles causas por las que España ha sido eliminada tras disputar solo 2 partidos:

1ª) Los jugadores, en un alarde de generosidad y conscientes de la situación de crisis que vive nuestro país, han decidido renunciar a la prima que habían pactado por ganar (ahora suena a chiste) el Mundial. Recordad que la cifra era de 750.000 € por jugador, la más alta -con diferencia, de todas las selecciones participantes.

2ª) Los jugadores -y nosotros sin saberlo- son monárquicos a más no poder y no querían perderse un día histórico como hoy con la coronación de Felipe VI. Lo que no sabían es que histórica ha sido su eliminación y que, aunque quisieran, no llegan a tiempo, todavía tienen que jugar contra Australia.

3ª) Siguiendo con la tesis anterior (jugadores monárquicos hasta las trancas), éstos han decidido solidarizarse con Don Juan Carlos I y si él ha abdicado ... ¡pues nosotros también!

4ª) Se rumorea que había algún aficionado del otro equipo de Sevilla al que se le ocurrió ir a Marcaná con una bandera española en la que en su interior figuraba el escudo de su equipo.

5ª) Vicente del Bosque, en las diferentes charlas que imagino (ahora ya lo dudo) debió tener con sus jugadores les insistió en la idea de que había que evitar como fuera un cruce con Brasil.

Mientras muchos españoles siguen cabreados con su selección y Sergio Ramos sigue pensando que hay que darlo todo en el partido de vuelta, existe una parte importante de la población que está contenta. No, no me refiero a esos catalano-holandeses-chilenos que gastan sus petardos con los goles que recibe la selección española, sino a las mujeres. La gran mayoría de mujeres -y lo entiendo- están contentas porque su marido-novio-pareja (llamadlo como queráis) ya no estará abducido con el fútbol.

Quiero acabar mi entrada de hoy agradeciendo a  muchos tuiteros los tuits de anoche durante y al acabar el partido de España. Algunos fueron realmente geniales. Destacaré solo alguno de ellos, los que se puedan reproducir sin necesidad de buscar el tuit, capturar la imagen y colgarla aquí:

"Si ganamos a Australia tres veces, pasamos"

"El que ha triunfado es Cruzcampo invitando a cañas con cada gol de España"

"¿Os acordáis de cuando nos quedábamos siempre en cuartos? Qué tiempos aquellos"

"Siempre pedí ver al Betis jugar como España. El destino no me entendió y estoy viendo a España jugar como el Betis"

"¿Y este fiasco computa en la España de Juan Carlos I o de Felipe VI?"

martes, 10 de junio de 2014

¿Otro virus?

Ya no sé si este blog es muy importante y merece todo tipo de ataques por parte de virus informáticos o, al revés, como porquería que es, atrae a todos estos virus.

Esto más que una entrada es un grito de socorro, un SOS virtual esperando un alma (virtual o no) caritativa que me dé una solución a mi problema.

Como sabéis los habituales de este bog, no existe ninguna criba a la hora de comentar aquí. Cualquiera puede hacer un comentario y automáticamente aparece publicado aunque diga una barbaridad, no sé, lo peor que se os pueda ocurrir ... hummm ... ¡el Sevilla FC es un equipo vulgar! Pues a pesar de la herejía, este comentario aparecería publicado.

Pues bien, desde hace un tiempo recibo multitud de mensajes (cuando digo multitud quiero decir muchos) diarios con comentarios en inglés que, evidentemente, nada tienen que ver con la entrada que aparentemente comentan y que, la mayoría de las veces, enlaza una página web que, por supuesto, ni se me ha ocurrido visitar. Todo empezó hace un tiempo con esta entrada, entrada a la que le guardo cierto cariño por ser la que dediqué a explicar mi descubrimiento de un gran blog (y una gran autora): Dolega. Cuando miro las estadísticas del blog, esta entrada aparece como la que ha recibido -con diferencia- más visitas. Y ya digo, no por su calidad, sino por un virus que hace que reciba multitud de visitas y todo tipo de comentarios (debo aclarar que tengo instalado un sistema por el que todo comentario que llegue después de 14 días de haber publicado la entrada, necesita moderación, de ahí que no aparezcan).

Cuando creí haberme acostumbrado a tan molesto visitante, aparece un nuevo virus de igual formato que el anterior y que ha hecho de este post su puerta de entrada (¿no os parece bueno el juego de palabras?. ¡¡Puerta de entrada!! ¡Sí, puerta ... de ¡entrada! ¿Ya?) La diferencia de este virus con el anterior es que esos mensajes me llegan (y medio bloquean a mi dirección de correo electrónico, pero luego no aparecen publicados en la entrada, a pesar de no haber transcurrido 14 días desde su publicación.

¿Alguien tiene una solución para este molesto contratiempo?

PS Por cierto, ayer tuvimos barbacoa en casa de D. y J, a la que asistieron Je. y M. (no pongo más datos esperando comprobar qué nivel de seguidor habéis alcanzado si los reconocéis). Lo pasamos genial, como siempre, pero ... ¿siempre hay un pero? recibí una tarjeta amarilla en forma de comentario por parte de J. y M., que me decían que llevaba un considerable retraso en la publicación de entradas. Y lo peor de todo es que tienen toda la razón, así que no hay excusas. A ver si recupero un poco el ritmo.